Jhonatan Narváez: "Richard me escribió y me dijo 'felicidades mijín' por el cupo"
El ciclista ecuatoriano cumplió con una buena actuación en el Tour de Eslovenia y ahora tendrá pocos días de descanso, antes de retomar su preparación para participar en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos, el próximo 3 de agosto en París.
Jhonatan Narváez durante la Etapa 9 del Giro de Italia, el 12 de mayo de 2024.
AFP
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Con apenas 19 años, Jhonatan Narváez llegó a Europa en 2016 para correr en el equipo checo Klein Constantia, que era filial del Quick-Step. Sus sueños y su buen nivel en la bicicleta le fueron abriendo puertas. Hoy es uno de los ciclistas más destacados del pelotón.
El 'Lagarto', apodo que heredó de su hermano, tiene 27 años y atraviesa el mejor momento de su carrera. Ganó una etapa en el Giro de Italia y se vistió con la maglia rosa. Y ahora se prepara para competir en los Juegos Olímpicos.
En una charla con PRIMICIAS, Narváez confiesa que Richard Carapaz le escribió después de que se conociera que el ciclista de Sucumbíos sería el representante de Ecuador en París. "Felicidades mijín", decía el mensaje de la 'Locomotora', para así terminar lo mejor posible la polémica que se generó en el país.
'Jhony', como le dicen algunos de sus compañeros, ha recibido varias ofertas para cambiar de equipo para el próximo año, que las está analizando junto a su empresario. Eso sí, hay un requisito fundamental para aceptar alguna propuesta: que le garanticen correr el Tour de Francia.
¿De quién heredó el apodo de 'Lagarto'?
Era el apodo de mi hermano. Mi papá dice que él era un corredor un poco parecido a lo que soy yo. Pasaba la montaña y hacía bien el sprint. Cuando ves la línea de meta, no puedes dejar que te ganen, de ahí viene el apodo. Mi hermano es médico ahora, trabaja en Otavalo.
¿Le gusta que le digan 'Lagarto'?
Mis amigos, sí. Pero a veces viene un desconocido y me lo dice de mala manera. No es que me moleste. Así me conocen ya.
¿Habló con Richard Carapaz después de que se supo que usted iría a los Juegos Olímpicos?
Hablé con él hace dos meses. Ahí le dije que esperemos a ver lo que pasaba. Tanto él como yo queríamos ir a la Olimpiada. Luego me escribió cuando gané la etapa en el Giro. Y el día que el Comité Olímpico anunció el nombre, me escribió y me puso: "Felicidades mijín por el cupo". Al final es deporte, así se debería considerar.
Entonces, ¿todo terminó bien entre ustedes?
Sí. Entiendo que Richard tenía sus intereses y quería transmitir al Ecuador el descontento con con el reglamento, pero me parece que no lo hizo de la mejor manera, porque al final, yo salí salpicado en cosas que ni me afectan.
Pero me llamaban mis amigos a preguntar qué está pasando. Fue algo que yo no busqué. Quizás si Richard lo transmitía de diferente manera, esto no iba a terminar así. No terminó mal, pero hubo polémica. Hasta el 'Chito' Vera ponía en Twitter. Se fue de las manos.
¿La Federación tardó en publicar el reglamento?
Tengo entendido que el presidente (de la Federación Ecuatoriana de Ciclismo) quiso hablar varias veces con él. No sé qué tipo de relación tengan los dos. En este mundo de la bicicleta lo único a lo que te dedicas es a pedalear y a hacerle caso a tu equipo y a las autoridades. En este caso, nos guste o no, la Federación es la autoridad.
Ha sido un año intenso para usted, ¿pero lo más lindo ha sido ser papá?
Sin duda. Una experiencia diferente. Empezó el año pasado con el embarazo de mi esposa. Fue una historia bonita. A veces me pregunto, ¿por qué las personas en Ecuador somos así? Yo me felicito y me doy un abrazo. Y digo: qué proceso tan bonito de haber hecho tantos resultados en un año que pensaba que iba a ser más difícil con el nacimiento de mi bebé, con la caída que tuve, con los viajes. Ir a Australia un mes y regresar para el campeonato nacional, no fue fácil. Luego estar preparando las clásicas, estar con ese estrés, estar con esa presión y al final dar buenos resultados. Eso es algo que me inspira. Y eso es lo que busco, inspirar a más personas, no solo en el deporte, sino en el trabajo. Creo que a partir de eso, se va a cambiar la humanidad. En Ecuador, en esa parte, estamos un poco, quedados.
Ahora hablemos del Giro, ¿cree que puede superar la actuación que tuvo este año?
No sé si lo puedo hacer mejor o peor. Pero estoy contento porque hice un Giro grandioso. Los seres humanos no estamos contentos. Ha pasado el Giro y queremos más, vendrán los Juegos Olímpicos y querremos más. No solo en el ciclismo, sino en la vida.
¿Qué tan difícil es aprender a ser un ciclista gregario?
Soy un ciclista que se adapta bastante. No me molesta que me pongan a trabajar en el plano o en las subidas. Yo estoy contento con subirme en la bici, comer bien, disfrutar. Los resultados vienen después. Si el equipo me dice que gane, intento ganar. Si el equipo me pide que trabaje, tengo que trabajar. Si el equipo me pide que hay que empujar el pelotón desde el kilómetro cero, lo voy a hacer. He sido muy flexible.
Para ser un buen gregario hay que ser muy inteligente. Ahora hay muchas aplicaciones en las que se puede ver el tiempo, la velocidad del viento, las carreteras, las curvas. Y con esa información puedes saber si el pelotón se va a romper. No solo tienes que ir pedaleando, tienes que ir metido en la cabeza qué es lo que va a venir y tenerlo estudiado.
¿Y usted analiza mucho los datos?
Sí. Incluso en Ecuador. Yo me conozco en Ibarra cada ruta, en qué dirección pega el viento en ese momento, a qué hora del día, a qué hora hay más tráfico. Y en las carreras igual. Todos los ciclistas entrenamos todos los días, con nutricionista, hacemos altura, tenemos la mejor ropa, las mejores gafas, la mejor bicicleta, las mejores llantas. Todos estamos al mismo nivel. Pero una decisión mal tomada en carrera te deja fuera de batalla.
Usted lleva más de ocho años como ciclista profesional, ¿cuánto ha crecido en ese tiempo?
Me he demorado. Me critico yo mismo. Me he demorado. Mira ahora los jóvenes como ganan. Quizás es porque no me adapté bien a Europa, pero ahora con el cambio de estilo de vida que he tenido con mi esposa, he ido poco a poco obteniendo resultados. No es fácil vivir en Europa. Apenas el año pasado pude comprar un departamento y decir "llego a mi casa". Es difícil la adaptación y esa es la razón por la que algunos latinos no se adaptan de manera rápida y no tienen buenos resultados.
¿En qué le ha ayudado su esposa en la adaptación?
En la comida. Muy importante. Antes pesaba cinco kilos más que ahora y eso en el ciclismo no es bueno. Ahora soy más organizado con la comida. Eso es fundamental, la nutrición.
¿Quién es Adrián López, el entrenador que lo acompañará en los Juegos Olímpicos de París?
Él viene trabajando conmigo desde 2022. Me conoce muy bien, tiene un buen feeling conmigo. Tengo una buena comunicación con él. Recuerdo que justo el día que iba a viajar a Europa para correr el Giro, tenía un entrenamiento muy fuerte, pero no amanecí bien. Le dije: "Adrián no me siento listo para hacer este entrenamiento, no puedo, mi cuerpo está cansado". Y me dijo que era preferible que no lo haga, que descanse y tome el vuelo. Es importante tener esa confianza con el entrenador. Es alguien a quien aprecio mucho en el equipo.
¿Qué significa para usted entrenar en Ecuador?
Muchísimo. Para un latino, entrenar con tu gente, cerca de tu familia, en el terreno, en las subidas, en todo lo que tiene el Ecuador, comer en casa, eso es lo que más aprecio de este equipo y es algo que me gustaría tener si cambio. No me veo entrenando todo el año fuera de mi casa.
¿Qué le atrae de las ofertas que le han llegado para cambiar de equipo?
Hay que ver que sea un equipo bueno, que te ofrezca un buen calendario, que tenga buen equipamiento. Que no esté todo el tiempo en Europa. Nosotros como latinos necesitamos regresar, así sea una vez el año a Ecuador. Que haya al menos un corredor latino, alguien que te hable español, eso es bueno.
Pero a usted no le va mal con el inglés...
Sería el colmo que no aprenda inglés, después de seis años aquí. Aparte, todo te dicen en inglés por la radio. Que el viento, la carretera, la pendiente, subida, bajada, cuánto falta a meta, qué está pasando, qué decisiones se toman, todo en inglés.
¿Uno de los requisitos para cambiarse de equipo es que le garanticen correr el Tour de Francia?
Sí. Simple. Para mí es importante eso. Es una carrera que tengo que hacer antes de que me retire.
¿Por qué no ha podido correr el Tour con el Ineos?
Este año era tentativo que vaya. Pero los planes del equipo eran otros. Si iba al Tour, no iba a tener muchas oportunidades, con Egan (Bernal), Tom Pidcock, Carlos Rodríguez. Luego otros corredores de experiencia como Omar Fraile, Kwiatkowski, Castroviejo. Si te pones a ver, es una nómina en la que es muy jodido entrar. Viendo las dos caras, lo mejor era ir al Giro.
¿Después de ganar la primera etapa del Giro aparecieron más ofertas para cambiar de equipo?
No es algo que me haya molestado tanto. Me he enfocado en hacer las carreras bien. El que ha estado ocupado ha sido mi manager, que me ha llamado un par de veces, pero la decisión final la tomaremos él y yo.
¿Cómo se imagina que será correr sin equipo en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos?
En algunas carreras parto así. Pero bueno, es un reto más. Y si la vida no te pone retos, es insípida. Por ahora no quiero estar en la zona de confort. Algún día me va a pasar, quizás en 10 años voy a estar ahí, pero entre más retos me vengan, ahora que soy capaz de hacerlos, los voy a hacer de la manera más eficaz.
La prueba de los Juegos Olímpicos será una de las más duras de la historia, ¿cómo se proyecta para ese día?
El mismo dolor va a ser para todos. Es importante saber lo que vas a hacer. Qué comida vas a tener, en dónde y a qué hora la vas a tener. Es lo que hacemos en las carreras de seis horas. Hay que planificar la prueba de París. Se hace un largo documento de todo lo que pueda pasar en carrera.
¿Cómo será su proceso de entrenamiento para competir en París?
De momento, voy a disfrutar del proceso, porque esto no se vive cada año. Voy a entrenar mucho para la Olimpiada. Ahora me siento un 'caballo ganador', como dicen en Europa. Esta parte del proceso de entrenar y de no estar tan angustiado de que llegue la carrera, es importante. Voy a hacer lo mejor de mí en la preparación y si la carrera decide dejarme atrás o ponerme adelante es lo que pase ese día. Pero yo tengo bien claro lo que debo hacer para llegar bien a una carrera.
¿Usted recibe tratamiento psicológico para mejorar su rendimiento?
De vez en cuando hablo con un psicólogo. No te voy a decir que todos los días. Será cada cuatro meses. Yo creo que la bici te enseña mucha humildad. La bici te puede poner un día en lo más alto y al siguiente día en lo más bajo. Y te enseña con dolor, que es importante tener un perfil normal, a tener un perfil soberbio. La bici te deja ver mucho. En Ecuador, salgo a entrenar a las 08:00 y miro al señor del bus, a las personas que están trabajando. Es un deporte privilegiado que te va moviendo de sitios y ves todo.
¿Cuál es la principal lección que le ha dejado la bici?
Así como te puede dar muchos momentos buenos, también te puede dar muchos momentos malos. Y a ser perseverante. Los resultados van a venir, si trabajas todos los días, constantemente, durante todos los días del año. Yo suelo escribir lo que me pasa en la bicicleta. De hecho, hace un rato estaba leyendo lo que escribí el año pasado cuando no me llevaron al Tour. Quería ir y no me llevaron.
¿Tiene un cuaderno, como un diario?
Sí, es un cuaderno. Escribo hace dos años. Ahí pongo cosas. Por ejemplo, una que me gusta mucho es: "Te estás sacrificando mucho en este momento, pero es ahora. En 10 años no va a ser lo mismo".
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